El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha solicitado al secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez De la O, que se sume a las negociaciones con Estados Unidos para evitar un panel de controversia en materia energética que podría costarle al país hasta 30 mil millones de dólares en sanciones comerciales.

La situación del Gobierno mexicano es incómoda, ya que la única manera de enviar una señal conciliatoria a la administración de Joe Biden es modificando la ley de industria eléctrica que este mismo Gobierno votó en el Congreso. Ramírez De la O entiende que la solución no es fácil y que la centralidad de su papel se incrementa en el tramo final del sexenio con dos misiones mayúsculas: evitar que CFE detone la relación con los socios del T-MEC y evitar que la sideral deuda de Pemex arrastre el correcto desempeño de la macroeconomía de López Obrador.

El secretario de Hacienda acepta entrar al tablero, pero pide acotar la injerencia de Manuel Bartlett por entender que la política de CFE es el principal inconveniente en la relación comercial.

Bartlett, que además tiene una gestión pésima en términos financieros, debería abandonar el cargo, según una primera medida esbozada por Ramírez De la O y Adán Augusto López Hernández, aunque esta propuesta es resistida por el círculo presidencial.

Por otro lado, Raquel Buenrostro también queda acotada no por un issue ideológico sino porque es muy visible que está rebasada por la situación.

En las últimas horas lo más que tuvo para presumir es que gracias a ella este final se dilató durante meses, pero la solución nunca estuvo en el horizonte. De hecho, el director general de CFE ya se encuentra apartado de ciertos intercambios determinantes con el gobierno canadiense.

En este contexto, en Palacio Nacional se ha mencionado la posibilidad de que Lázaro Cárdenas Batel sea el reemplazo de Bartlett, no solo por su entendimiento de la materia sino por sus amistades en EU. Sería una ironía imperdible de la historia si se consideran los antecedentes de Bartlett y de Cuauhtémoc Cárdenas, padre del ex coordinador de asesores.

Bajo esta óptica, la salida de Bartlett debería conjugarse con algún tipo de cabildeo judicial que haga posible que las empresas de EU logren fallos judiciales con relativa facilidad y en un análisis de caso por caso. Esta estrategia es paradójica, ya que lo que no se puede hacer en San Lázaro se buscaría en un Poder Judicial enardecido contra Morena.

En conclusión, la situación de México es compleja debido a las consecuencias que podrían tener las sanciones comerciales en la economía del país. El papel de Ramírez De la O es crucial para evitar que CFE y Pemex generen problemas con los socios comerciales del T-MEC, mientras que la posible salida de Bartlett podría ser una medida para enviar una señal de conciliación a Estados Unidos.

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